Arqueólogos profundizaron sobre la fecha maya "21 o 23" de diciembre 2012, conocida como "fin del mundo" y confirmaron que las inscripciones dicen de preparase para el fin de una era y la llegada del Dios Bolon Yokte - de la creación/destrucción-, informó ayer el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México, mientras se realiza en Palenque la anunciada mesa redonda de 60 especialistas y arqueólogos de todo el mundo.
La mesa redonda dio a conocer ayer que según los glifos mayas, el Dios Bolon Yokte presidiría el nacimiento de una nueva era, la que debería comenzar el 21 de diciembre de 2012 y supervisaría el fin de la era actual.
INAH informó que los petroglifos referidos como "fin del mundo" describen la fecha 21 de diciembre 2012 como tal, sin embargo, 6 días atrás señalaron que la misma correspondería al 23 de diciembre.
Los especialistas Sven Gronemeyer y Barbara Macleod de la Universidad de La Trobe (Australia), dieron su interpretación sobre las inscripciones del Monumento 6 de Tortuguero en el estado sureño de Tabasco. Ambos sostienen que el 21 de diciembre será el regreso del Dios Bolon Yokte, al cual se vincula con la creación y con la guerra en las escrituras mayas.
Según la explicación dada a conocer durante la VII Mesa Redonda de Palenque en Chiapas, organizada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta) y que se efectuará hasta el próximo viernes, Bolon Yokte participó en el comienzo de la era actual, que se inició el 13 de agosto del año 3.114 a C.
Según los especialistas, el mensaje esculpido en el siglo VII dice:
"Preparar el terreno para el retorno del dios Bolon Yokte, y que el Bahlam Ajaw sea el anfitrión de su investidura".
Para los arqueólogos, el gobernante Bahlam Ajaw (612-679 d.C.) sería participante en el evento final de la actual era.
En los registros de los investigadores Eberl, Markus, y Christian Prager en el año 2005 "K'uh B'olon Yokte o "Bolon Yokte" significaría en Maya el Dios de la guerra, del conflicto, y del inframundo. relacionado con la creación y destrucción.
Gronemeyer señala que una de las cosas más interesantes es que este hecho tiene que ver con la propia historia de la antigua ciudad maya de Tortuguero.
En el Monumento 6 aparece citado el gobernante Bahlam Ajaw (612-679 d.C.), de modo que “la mención del evento futuro de la terminación del décimo tercer bak’tun (baktun), sitúa a dicho señor en el evento, conectando el inicio de la era en curso (4 Ajaw 8 Kumk’u), con su reflejo en el futuro”.
Los jeroglíficos de la estela señalan la culminación de 13 baktunes, los ciclos con que los mayas medían el tiempo. Cada bak’tun estaba compuesto por 400 años.
"La medición del tiempo de los mayas era muy compleja, hacían referencias a eventos en el futuro y en el pasado, hay fechas que se proyectan a cientos, miles de años en el futuro", señala Liendo.
“La aritmética del calendario maya demuestra que la terminación del décimo tercer Bak’tun es el fin de un período y la transición a un ciclo nuevo, aunque esa fecha está cargada con un valor simbólico, como la reflexión sobre el día de la creación”, sostiene Gronemeyer.
"Es muy peculiar que el pensamiento del eterno retorno, que impactó a culturas ancestrales, ahora cobra fuerza y no sólo hay una vertiente catastrófica, sino que también hay otra que pronostica el despertar de la conciencia y el renacimiento", señala la investigadora de los Mayas Laura Castellanos.
La mesa redonda dio a conocer ayer que según los glifos mayas, el Dios Bolon Yokte presidiría el nacimiento de una nueva era, la que debería comenzar el 21 de diciembre de 2012 y supervisaría el fin de la era actual.
INAH informó que los petroglifos referidos como "fin del mundo" describen la fecha 21 de diciembre 2012 como tal, sin embargo, 6 días atrás señalaron que la misma correspondería al 23 de diciembre.
Los especialistas Sven Gronemeyer y Barbara Macleod de la Universidad de La Trobe (Australia), dieron su interpretación sobre las inscripciones del Monumento 6 de Tortuguero en el estado sureño de Tabasco. Ambos sostienen que el 21 de diciembre será el regreso del Dios Bolon Yokte, al cual se vincula con la creación y con la guerra en las escrituras mayas.
Según la explicación dada a conocer durante la VII Mesa Redonda de Palenque en Chiapas, organizada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta) y que se efectuará hasta el próximo viernes, Bolon Yokte participó en el comienzo de la era actual, que se inició el 13 de agosto del año 3.114 a C.
Según los especialistas, el mensaje esculpido en el siglo VII dice:
"Preparar el terreno para el retorno del dios Bolon Yokte, y que el Bahlam Ajaw sea el anfitrión de su investidura".
Para los arqueólogos, el gobernante Bahlam Ajaw (612-679 d.C.) sería participante en el evento final de la actual era.
En los registros de los investigadores Eberl, Markus, y Christian Prager en el año 2005 "K'uh B'olon Yokte o "Bolon Yokte" significaría en Maya el Dios de la guerra, del conflicto, y del inframundo. relacionado con la creación y destrucción.
Gronemeyer señala que una de las cosas más interesantes es que este hecho tiene que ver con la propia historia de la antigua ciudad maya de Tortuguero.
En el Monumento 6 aparece citado el gobernante Bahlam Ajaw (612-679 d.C.), de modo que “la mención del evento futuro de la terminación del décimo tercer bak’tun (baktun), sitúa a dicho señor en el evento, conectando el inicio de la era en curso (4 Ajaw 8 Kumk’u), con su reflejo en el futuro”.
Los jeroglíficos de la estela señalan la culminación de 13 baktunes, los ciclos con que los mayas medían el tiempo. Cada bak’tun estaba compuesto por 400 años.
"La medición del tiempo de los mayas era muy compleja, hacían referencias a eventos en el futuro y en el pasado, hay fechas que se proyectan a cientos, miles de años en el futuro", señala Liendo.
“La aritmética del calendario maya demuestra que la terminación del décimo tercer Bak’tun es el fin de un período y la transición a un ciclo nuevo, aunque esa fecha está cargada con un valor simbólico, como la reflexión sobre el día de la creación”, sostiene Gronemeyer.
"Es muy peculiar que el pensamiento del eterno retorno, que impactó a culturas ancestrales, ahora cobra fuerza y no sólo hay una vertiente catastrófica, sino que también hay otra que pronostica el despertar de la conciencia y el renacimiento", señala la investigadora de los Mayas Laura Castellanos.
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