sábado, 25 de febrero de 2012

Naylamp


Es un personaje mitológico del antiguo Perú que vino del mar, el que trajo la civilización a las tierras lambayecanas
Naylamp se cree arribó a las playas de la hoy caleta de San José, pie de la desembocadura de un río que se llamó Faquisllanga (río de Lambayeque).Su numeroso séquito contaba con personas encargadas de tareas específicas que son nombradas (cocinero, encargado de esparcir polvo de concha, encargado de andas, de maquillaje etc.) Construyo un templo al que nombraron "Chot" en él se coloco un ídolo de piedra verde al que llamaron "Llampayec" ("ídolo a imagen y semejanza de Naymlap", según Cabello Valboa). De allí provendría el nombre de Lambayeque. También cuenta la leyenda que el último sucesor de Naylamp, Fempallec, quiso cambiar de sitio el ídolo y como castigo divino hubo un gran diluvio.
Naylamp fue posiblemente el fundador legendario del Reino Sicán en el siglo IX d.C. y que al morir fue divinizado por sus hijos. Estos contaron que Naylamp era inmortal y que decidió convertirse en ave y regreso a su lugar de origen. La dinastía fundada por Naylamp gobernó los ricos valles de Lambayeque hasta que el Imperio Chimú conquistó la región en el siglo XV.
Si bien es difícil asociar un personaje mítico a la evidencia arqueológica, algunos de los últimos descubrimientos arqueológicos nos pueden dar una aguugzaud u idea de la élite gobernante asociada a este personaje. Sin embargo, dado el carácter de ser mitológico de Naylmap, es imposible establecer categóricamente de manera científica su origen.
Las tumbas de élite encontradas nos muestran una élite gobernante multicultural. Mediante análisis de ADN mitocondrial, los arqueólogos han encontrado en mujeres enterradas en la Tumba Oeste de Huaca del Oro un claro patrón de vínculos con la población nativa (posiblemente mochica) y otros grupos. Es así que la idea de Naylamp (un personaje principal de la élite) viniendo de otra región y mezclandose con la gente local es muy plausible. Además, los diversos artefactos encontrados en la Tumba Este vinculados a culturas ecuatorianas contemporáneas nos podría llevar a pensar que este personaje pudo haber venido del norte. Esto se refuerza con el gran acceso a conchas marinas de esta zona aparecidas en su tumba (Spondylus Princeps).
Naylamp,pudo haber sido un Anunnaki que llegó a las costas del Perú con un ejército de olmecas.
La fuente principal sobre la historia de Naylamp es el relato recogido por el cronista Cabello de Balboa (1535-1608) durante la conquista española. En este relato, se cuenta que Naylamp trajo consigo una estatua de si mismo, tallada en una piedra verde. La estatua fue llamada Llampayec que significa que quiere decir figura y estatua de Naylamp.

Algunos historiadores sostienen que la estatua estaba hecha de esmeralda o jade verde, Los Divulgadores propusimos en la entrega anterior de esta serie que la estatua estaba hecha de malaquita. En esta entrega seguiremos explorando esa posibilidad.
Si la estatua de Naylamp estaba hecha de malaquita, una posibilidad sería que el Anunnaki Naylamp haya conseguido la malaquita en África mientras la expedición Anunnaki pasaba por ese continente. Naylamp habría llevado la malaquita en bruto a América central donde habría ordenado a algún artesano olmeca o maya que hiciera un ídolo con su figura. También podría ser que un africano que partió de África con los Anunnaki haya llevado consigo la piedra hasta América Central, donde la cambió o se la regaló al Anunnaki Naylamp.
Si el ídolo estaba hecho de malaquita, como sostenemos, esto probaría la migración de la mano de obra africana a América central junto con los Anunnaki.
El mito de Naylamp cuenta también que uno de sus acompañantes esparcía un polvo rojo por donde iba a pasar su señor Naylamp. Según los nativos, este polvo era Spondylus molido y lo llamaban Mullu. Aquí existe un detalle que merece ser destacado.
En varios textiles de la cultura Paracas, que se desarrolló en la costa sur del Perú entre el 800 a.C. y el 100 a.C., se han encontrado personajes y divinidades portando collares de Spondylus, y con el cuerpo pintado con formas de esta especie. Más aún, según las investigaciones de la historiadora María Rostoworoski, el Mullu era indispensable para hacer llover. Los indígenas ofrecían el polvo de Spondylus a los dioses para evitar sequías. El Spondylus era, en la mayoría de las culturas del antiguo Perú, el alimento de los dioses. El hecho de que alguien lanzara polvo rojo al paso de Naylamp nos indica que los nativos lo consideraban un dios.

El relato de Cabello de Balboa nos cuenta que quien lanzaba el polvo rojo no era uno de los nativos de la costa norte del Perú, sino alguien que llegó con Naylamp. Es decir, la comitiva de Naylamp ya conocía esta costumbre antes de llegar al Perú.
La costumbre de ofrecer polvo de Spondylus a los dioses se encuentra en otras culturas de la costa del pacífico. Probablemente, Naylamp y su séquito hicieron escala en las costa de Colombia y Ecuador antes de llegar al Perú. En algunos de estos lugares, un nativo podría haber empezado a lanzar polvo de Spondylus espontáneamente al paso de Naylamp, como una forma de reconocerlo como un dios. La comitiva de Naylamp podría haber adoptado esta costumbre para facilitar que los diferentes pueblos de la costa del pacifico reconocieran a Naylamp como un dios.
Si Naylamp hubiera llegado a las costas de Colombia y Ecuador, tendríamos que encontrar algún rastro de su visita en los relatos recogidos por los españoles. Coincidentemente, existen crónicas de la conquista que relatan historias similares a las de Naylamp en las costas ecuatorianas.

Los “huacos retratos” de la cultura mochica son otra prueba de que el Anunnaki Naylamp venía de América central con una comitiva de olmecas. Si bien la cultura Mochica es posterior a la cultura Lambayeque (la que fundó Naylamp), esta se desarrolló en la misma región. Si algunos de los olmecas que llegaron con Naylamp se asentaron en esa zona de la costa del Perú. su presencia tendría que estar registrada en las expresiones artísticas de algunas culturas. En la valiosa colección de “huacos retratos” mochica expuesta en el Museo Rafael Larco Hoyle de Lima encontramos varios rostros con evidentes rasgos africanos y asiáticos. La conexión es evidente.
Otro elemento importante a considerar son las construcciones de barro, especialmente las de la cultura Chimú, cuya semejanza con los zigurats sumerios y otras construcciones babilónicas es remarcable. Si bien el Anunnaki Naylamp llegó a las costas del Perú con un grupo de olmecas, existe la posibilidad de que unos pocos sumerios estuvieran en su comitiva. El mismo Anunnaki Naylamp o alguno de estos sumerios podría haberles transmitido herméticamente este tipo de conocimientos arquitectónicos a los nativos, quienes lo habrían pasado de generación en generación hasta llegar a los chimúes.

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