sábado, 29 de septiembre de 2012

Plutón

En la mitología romana, Plutón (en latín Pluto; en griego antiguo Πλούτων Plouton) era el dios del inframundo. Su equivalente en la mitología griega era Hades, aunque Plutón era más benigno. En cuanto a la etimología del nombre se le confunde con el de Pluto (en griego antiguo Πλοῦτος Ploutos), el dios griego de las riquezas. Plutón era hijo de Saturno y Ops, y esposo de Proserpina, a quien raptó para casarse con ella. La madre de Proserpina, Ceres, se afligió tanto que provocó el invierno. Su palacio se ubica en mitad del Tártaro, donde como soberano vela por la administración de su estado y dicta sus inflexibles leyes. Sus súbditos, sombras ligeras y miserables, son tan numerosos como las olas del mar y las estrellas del firmamento: todo lo que la muerte cosecha sobre la Tierra vuelve a caer bajo el cetro de este dios, aumentando su riqueza o convirtiéndose en su presa. Desde el día en que inauguró su reino, ni uno de sus ministros infringió sus órdenes, ni uno de sus súbditos intentó una rebelión. De los tres dioses soberanos que controlan el mundo, él es el único que nunca ha de temer la insubordinación o la desobediencia y cuya autoridad se reconoce universalmente. Los romanos pusieron a Plutón no sólo entre los doce grandes dioses sino también entre los ocho dioses elegidos, que eran los únicos que estaba permitido representar en oro, en plata y en marfil. En Roma había unos sacerdotes victimarios consagrados únicamente a Plutón. Sólo se le sacrificaban, como al Hades griego, víctimas de color oscuro y siempre en número par, mientras a otros dioses se les sacrificaban en número impar. Los sacrificios se reducían completamente a cenizas y el sacerdote no reservaba nada, ni para el pueblo ni para él. Antes de las inmolaciones, se cavaba un hoyo para recoger la sangre y se vertía el vino de las libaciones. Durante los sacrificios, los sacerdotes mantenían la cabeza descubierta y se recomendaba silencio absoluto a los ayudantes, más por respeto que por temor al dios.
En Sicilia, los siracusanos le sacrificaban cada año dos toros negros cerca de la fuente de Ciane, donde la tradición situaba el rapto de Proserpina. En Roma, el 20 de junio, día de su fiesta, sólo abría el templo de Plutón. Se le sacrificaban animales de pelaje oscuro (ovejas o cerdos) y se dedicaba a su ira inflexible todos los condenados a muerte. Sobre el monte Soracte, en Italia, Plutón compartía los honores de un templo común con Apolo. Así pues, los faliscos, habitantes del lugar, creían que debían honrar a la vez el calor subterráneo y el del astro del día. Los habitantes del Lacio y de los alrededores de Crotona habían dedicado al rey de los infiernos el dos como un número infeliz. por la misma razón, los romanos le consagraron el segundo mes del año, y en él se designó el segundo día en concreto para ofrecerle sacrificios. De todos los dioses, Plutón era el más despiadado y temido por los hombres, quienes lo califican de adamastos (‘inflexible’) o stygeros (‘terrible’). Se le temía por su fealdad y la dureza de sus rasgos. Si bien era inflexible, se consideraba que era el más justo de todos los dioses, pues a su reino acababa llegando cualquier ser mortal más tarde o más temprano, sin importar su clase, rango o lugar de procedencia. Se le consideró más tarde como dios benefactor, dispensador de riquezas. Según
Pausanias, Epiménides había hecho colocar su estatua en los templos de las Euménides y, contra la costumbre habitual, se le presentaba con una forma y actitud agradables. A menudo se le representa con un casco de piel de perro regalado por los Cíclopes que le hace invisible y que nunca se quitaba. También se le solía representar con un cetro. El atributo que suele aparecer ante él es el ciprés, cuyo follaje oscuro expresa melancolía y el dolor. Sus sacerdotes se hacían coronas y sembraban sus ropas en los sacrificios. Se suele representar a Plutón con una espesa barba y un aire severo. A menudo lleva su casco, regalo de los Cíclopes y que tenía el poder de volverlo invisible. A veces, ciñe su frente con una corona de ébano, culantrillo o narciso. Cuando se sienta sobre su trono de ébano o azufre lleva en su mano derecha un cetro negro, una horca o una pica. A veces tiene llaves en sus manos, para indicar que las puertas de la vida se cierran para siempre para los que llegan en su reino. Se le representa también en su carro tirado por cuatro caballos negros.

Poseidón

Posidón1 o Poseidón es el dios del mar, las tormentas y, como «Agitador de la Tierra», de los terremotos en la mitología griega. El nombre del dios marino etrusco Nethuns fue adoptado en latín para Neptuno (Neptunus) en la mitología romana, siendo ambos dioses del mar análogos a Poseidón. Las tablillas en lineal B muestran que Poseidón fue venerado en Pilos y Tebas en la Grecia micénica de finales de la Edad del Bronce, pero fue integrado en el panteón olímpico posterior como hermano de Zeus y Hades. Poseidón tuvo muchos hijos y fue protector de muchas ciudades helenas, aunque perdió el concurso por Atenas contra Atenea. Le fue dedicado un himno homérico. Poseidón era un importante dios municipal de varias ciudades: en Atenas, era el segundo en importancia por detrás sólo de Atenea, mientras en Corinto y en muchas ciudades de la Magna Grecia era el dios jefe de la polis. En su aspecto benigno, Poseidón se concebía creando nuevas islas y ofreciendo mares en calma. Cuando se enfadaba o era ignorado, hendía el suelo con su tridente y provocaba manantiales caóticos, terremotos, hundimientos y naufragios. En la Odisea, su rencor hacia Odiseo impidió a éste regresar a su hogar en Ítaca. Los marineros oraban a Poseidón para tener un viaje seguro, a veces ahogando caballos como sacrificio; de esta forma, según un papiro fragmentario, Alejandro Magno se detuvo en la costa griega antes de la Batalla de Issos y recurrió a las oraciones, «invocando al dios del mar Poseidón, para lo que ordenó que un carro de cuatro caballos fuese lanzado a las olas.» Según Pausanias, Poseidón fue uno de los guardianes del oráculo de Delfos antes de que el olímpico Apolo lo sustituyese. Apolo y Poseidón colaboraban estrechamente en muchos ámbitos: en la colonización, por ejemplo, Apolo Délfico daba la autorización para partir y asentarse, mientras Poseidón cuidaba de los colonizadores en su viaje y proporcionaba el agua purificadora para el sacrificio fundacional. En su Anábasis, Jenofonte describe a un grupo de soldados espartanos en 400–399 a. C. cantando un peán a Poseidón, un tipo de himno destinado normalmente a Apolo. Como Dioniso, que enfervorizaba a las Ménades, Poseidón también provocaba ciertas formas de perturbación mental. Un texto hipocrático de c. 400 a. C., Sobre la enfermedad sagrada, afirma que era considerado culpable de ciertos tipos de epilepsia.
Los orígenes del nombre «Poseidón» no están claros. Una teoría lo divide en un elemento que significa ‘marido’ o ‘señor’ (πόσις posis, del pIE *pótis) y otro que significa ‘tierra’ (δᾶ da, dórico para γῆ gē), obteniendo algo como ‘señor o esposo de la Tierra’, lo que lo relacionaría con Deméter, ‘madre de la Tierra’. Walter Burkert considera que «el segundo elemento da permanece desesperadamente ambiguo» y encuentra la interpretación ‘consorte de la Tierra’ «bastante imposible de demostrar». Otra teoría interpreta el segundo elemento como relacionado con la palabra dawon, ‘agua’ en algunos idiomas indoeuropeos (por ejemplo sánscrito, df'nu:dew); esto haría que Posei-dawōn fuera el ‘señor de las aguas’.8 Está también la posibilidad de que la palabra tenga un origen pre-griego. Si se da crédito a las tablillas en lineal B que se conservan, el nombre po-se-da-wo-ne (Poseidón) aparece con mayor frecuencia que di-u-ja (Zeus). También aparece una variante femenina, po-se-de-ia, lo que indica la existencia de una diosa consorte olvidada, de hecho precursora de Anfítrite. Las tablillas de Pilos registran mercancías destinadas a sacrificios para «las Dos Reinas y Poseidón» y «las Dos Reinas y el Rey». La identificación más obvia para las «Dos Reinas» es con Deméter y Perséfone o sus precursoras, diosas que no quedaron asociadas con Poseidón en periodos posteriores. En el Cnosos micénico Poseidón es también identificado como e-ne-si-da-o-ne (‘agitador de la tierra’), un poderoso atributo (los terremotos habían acompañado al colapso de la cultura palaciega minoica). En la cultura micénica, fuertemente dependiente del mar, no ha aflorado aún relación alguna entre Poseidón y el mar; entre los olímpicos se decidió tras echarlo a suertes que gobernaría el mar: el dios era anterior a su reino. Los nombres de Deméter y Poseidón están relacionados en una tablilla de Pilos, donde aparecen como po-se-da-wo-ne y da-ma-te, en el contexto sagrado de echar a suertes. Dada la relación de Poseidón con los caballos así como con el mar, y la alejada situación respecto al mar del probable territorio original indoeuropeo, algunos investigadores han propuesto que Poseidón era originalmente un aristocrático dios-caballo que fue posteriormente asimilado con las deidades acuáticas de Oriente Próximo cuando la base del sustento griego cambió de la tierra al mar. En cualquier caso, la enorme importancia inicial de Poseidón puede aún entreverse en la Odisea de Homero, donde es él y no Zeus el principal causante de los sucesos. Poseidón era un hijo de Crono y Rea. En la versión más antigua, relatada por Hesíodo en la Teogonía, era tragado por Crono al nacer pero luego era salvado, junto con sus demás hermanos, por Zeus.
Sin embargo, en otras versiones del mito, Poseidón, como su hermano Zeus, evitó el destino de sus demás hermanos al ser salvado por su madre, que lo ocultó en un rebaño de corderos simulando haber parido un potro, que dio a Crono para que lo devorase. Según Tzetzes la curótrofa o niñera de Poseidón fue Arne, quien negó serlo cuando Crono apareció buscándola. Según Diodoro Sículo, Poseidón fue criado por los Telquines en Rodas, igual que Zeus había sido criado por los Coribantes en Creta. Según una única referencia en la Ilíada, cuando el mundo fue dividido en tres, Zeus recibió la tierra y el cielo, Hades el inframundo y Poseidón el mar. En la Odisea Poseidón tenía un hogar en Egas. Atenea se convirtió en la diosa patrona de la ciudad de Atenas tras competir con Poseidón, si bien éste siguió siendo una presencia numinosa en la Acrópolis bajo la forma de su sustituto, Erecteo. En la fiesta de disolución al final del año en el calendario ateniense, las Esciroforias, los sacerdotes de Atenea y el de Poseidón iban en procesión bajo palio hasta Eleusis. Ambos acordaron que cada uno haría un regalo a los atenienses y que éstos elegirían el que prefiriesen. Poseidón golpeó el suelo con su tridente e hizo brotar una fuente, pero su agua era salada y por tanto no muy útil, mientras que Atenea ofreció un olivo. Los atenienses (o mejor dicho su rey, Cécrope) escogieron el olivo y con él a Atenea como patrona, pues el árbol daba madera, aceite y alimento. Tras esto, enfurecido por su derrota, Poseidón envió una monstruosa inundación a la llanura ática, castigando así a los atenienses. La depresión hecha por el tridente de Poseidón y llena de agua marina estaba rodeada por la entrada norte del Erecteión, permaneciendo abierta al cielo. «En los cultos, Poseidón era identificado con Erecteo», señaló Burkert. «El mito transforma esto en una secuencia temporal-causal: en su enfado por la derrota, Poseidón dirigió a su hijo Eumolpo contra Atenas y mató a Erecteo.» El concurso de Atenea y Poseidón fue el tema de relieves en el frontón oeste del Partenón, la primera vista que tenía el visitante cuando llegaba. Este mito es considerado por Graves y otros autores como el reflejo de un enfrentamiento entre los habitantes de la época micénica y los inmigrantes posteriores. Resulta interesante señalar que en su culmen Atenas fue una importante potencia marítima, llegando a derrotar a la flota persa en la batalla de Salamina. Su esposa era Anfítrite, una ninfa y antigua diosa del mar, hija de Nereo y Doris. Poseidón fue padre de muchos héroes, entre ellos el afamado Teseo. Una mujer mortal llamada Tiro estaba casada con Creteo (con quien tenía un hijo,
Aesón) pero amaba a Enipeo, un dios-río. Tiro perseguía a Enipeo, que rehuía sus avances. Un día Poseidón, lleno de deseo hacia Tiro, se disfrazó como Enipeo y de su unión con ella nacieron los héroes Pelias y Neleo. Poseidón también tuvo una aventura con Álope, su nieta por Cerción, de la que nació el héroe ático Hipotoonte. Cerción enterró viva a su hija pero Poseidón la convirtió en una fuente cerca de Eleusis. Poseidón rescató a Amimone de un sátiro lujurioso y entonces tuvo un hijo con ella, Nauplio. Tras violar a Cene, Poseidón le concedió el deseo de convertirse en hombre. No todos los hijos de Poseidón fueron humanos. En un mito arcaico, Poseidón persiguió una vez a Deméter. Ésta rechazó sus avances, transformándose en una yegua para poder esconderse en un rebaño de caballos, pero Poseidón advirtió el engaño, se convirtió en un semental y la raptó. El hijo de ambos fue un caballo, Arión, que tenía el don de la palabra. Poseidón también violó a Medusa en el suelo de un templo consagrado a Atenea. Medusa fue entonces transformada en un monstruo por ésta. Cuando más tarde fue decapitada por Perseo, Crisaor y Pegaso emergieron de su cuello. Otros descendientes de Poseidón fueron Tritón, el cíclope Polifemo y los Alóadas. Poseidón se enamoró de Pélope, un hermoso joven, hijo de Tántalo. Llevó a Pélope al Olimpo y lo hizo su amante, antes incluso de que Zeus hiciese lo mismo con Ganimedes. Para agradecer a Pélope su amor, Poseidón le regaló más tarde un carro alado, que usó en la carrera contra Enómano por la mano de Hipodamía. Poseidón era conocido bajo varias formas, denotadas por epítetos. En la ciudad de Egas en Eubea fue conocido como Poseidón Egeo y tuvo un magnífico templo sobre una colina. Poseidón también tuvo una estrecha relación con los caballos, siendo conocido bajo el epíteto Poseidón Hipio. En el período histórico, era frecuente referirse a Poseidón por los epítetos Enosichthon, Seischthon y Ennosigeo, significando todos ‘agitador de la tierra’ y aludiendo a su papel como causante de terremotos. En el arte griego, Poseidón conduce un carro tirado por un Hipocampo o por caballos que podían cabalgar sobre el mar. Estaba asociado con los delfines y las lanzas de pescar de tres dientes (tridentes). Vivía en un palacio en el fondo del océano hecho de coral y gemas.
En la Ilíada Poseidón ayuda a los griegos, y en varias ocasiones toma parte activa en la batalla contra las fuerzas troyanas. Sin embargo, en el Libro XX rescata a Eneas después de que el príncipe troyano se rindiese ante Aquiles. En la Odisea, Poseidón destaca por su odio hacia Odiseo, debido a que éste había cegado a su hijo, el cíclope Polifemo. La enemistad del dios impide a Odiseo volver a su hogar en Ítaca durante muchos años. Incluso se dice a Odiseo, a pesar de su definitiva vuelta segura, que aplacar la ira de Poseidón necesitará más de un viaje por su parte. En la Eneida, Neptuno sigue resentido con los errantes troyanos, pero no es tan vengativo como Juno, y en el Libro I rescata a la flota troyana de los intentos de la diosa por hundirla, aunque su principal motivación sea su disgusto por la intromisión de Juno en sus dominios. El himno a Poseidón incluido entre los himnos homéricos es una breve invocación, una introducción de siete líneas que se dirige al dios tanto como «el que mueve la tierra y el baldío mal, dios de las profundidades que es también señor del Helicón y de la extensa Egas»,y especifica su doble naturaleza como olímpico: «un domador de caballos y salvador de barcos».

Zeus

En la mitología griega Zeus (en griego antiguo Ζεύς Zeús) es el «padre de los dioses y los hombres», que gobernaba a los dioses del monte Olimpo como un padre a una familia, de forma que incluso los que no eran sus hijos naturales se dirigían a él como tal. Era el Rey de los Dioses que supervisaba el universo. Era el dios del cielo y el trueno. Sus atributos incluyen el rayo, el águila, el toro y el roble. Además de su herencia indoeuropea, el clásico Zeus «recolector de nubes» también obtuvo ciertos rasgos iconográficos de culturas del antiguo Oriente Próximo, como el cetro. Zeus fue frecuentemente representado por los artistas griegos en dos poses: de pie, avanzando con un rayo levantado en su mano derecha, y sentado majestuosamente. Hijo de Crono y Rea, era el más joven de sus descendientes. En la mayoría de las tradiciones aparece casado con Hera, aunque en el oráculo de Dódona su esposa era Dione, con quien según la Ilíada fue padre de Afrodita. Es conocido por sus numerosas aventuras y amantes, fruto de las cuales fueron muchas deidades y héroes, incluyendo Atenea, Apolo y Artemisa, Hermes, Perséfone, Dioniso, Perseo, Heracles, Helena, Minos y las Musas. Con Hera suele decirse que fue padre de Ares, Hebe y Hefesto. En griego el nombre del dios es Ζεύς Zeús en el caso nominativo y Διός Diós en el genitivo. Las formas más antiguas del nombre son las micénicas di-we y di-wo, escritas en lineal B. Su equivalente en la mitología romana era Júpiter y en la etrusca, Tinia. El principal centro donde los griegos se reunían para rendir honores al rey de sus dioses era Olimpia. El festival cuatrienal que se celebraba allí incluía los famosos Juegos. Había también un altar dedicado a Zeus construido no de piedra, sino de ceniza, procedente de los restos acumulados durante muchos siglos de animales sacrificados allí.
Además de los principales santuarios situados entre polis, no había formas de culto a Zeus que compartiese todo el mundo griego. La mayoría de los títulos enumerados más abajo, por ejemplo, podían encontrarse en ciertos templos griegos desde Asia Menor hasta Sicilia. Determinados rituales se celebraban de la misma forma también: sacrificar un animal blanco sobre un altar elevado, por nombrar uno. Zeus, poéticamente llamado con el vocativo Zeu pater (‘Zeus padre’), es una continuación de *Di̯ēus, el dios protoindoeuropeo del cielo diurno, también llamado *Di̯eus ph2tēr (‘Padre Cielo’). El dios es conocido bajo este nombre en védico (comp. Dyaus/Dyaus Pita), latín (comp. Júpiter, de Iuppiter, derivado del vocativo pIE *dyeu-ph2tēr), derivado de la forma básica *dyeu- (‘brillar’), y en la mitología germana y nórdica (comp. *Tīwaz > AAA Ziu, nórdico antiguo Týr), junto con el latín deus, dīvus y Dis (una variante de dīves), del sustantivo relacionado *deiwos. Para los griegos y romanos, el dios del cielo era también el dios supremo, mientras que esta función era desempeñada por Odín entre las tribus germánicas, por lo que no identificaban a Zeus/Júpiter con Tyr ni con Odín, sino con Thor (Þórr). Zeus es la única deidad del panteón olímpico cuyo nombre tiene una etimología indoeuropea tan transparente. Zeus desempeñaba un papel dominante, presidiendo el panteón olímpico de la Grecia Antigua. Engendró a muchos de los héroes (véase una lista más abajo) y aparecía en muchos cultos locales. Aunque el «recolector de nubes» homérico era el dios del cielo y el trueno como sus equivalentes de Oriente Próximo, era también el artificio cultural supremo. En algunos sentidos, era para los griegos la encarnación de sus creencias religiosas y la deidad arquetípica. Además de los epítetos locales que simplemente designaban al dios haciendo algo arbitrario en algún lugar particular, los epítetos o títulos aplicados a Zeus enfatizaban diferentes aspectos de su amplísima autoridad: Olimpio enfatizaba el reinado de Zeus sobre los dioses y sobre el festival panhelénico en Olimpia. Un título relacionado era Panhelenio (‘de todos los helenos’), a quien estaba dedicado el famoso templo de Éaco en Egina. Como Xenios, Zeus era el patrón de la hospitalidad y los invitados, presto a vengar cualquier injusticia cometida contra un extraño (ξένος, 'xénos'). Como Horkios era el vigilante de los juramentos. A los mentirosos que eran descubiertos se les hacía dedicar una estatua a Zeus, con frecuencia en el santuario de Olimpia. Como Agoreo, Zeus vigilaba los negocios en el ágora y castigaba a los comerciantes deshonestos.
Como Egidoco (Αἰγιδούχος) o Egíoco (Αἰγίοχος) era el portador de la égida, con la que infundía terror al impío y sus enemigos.11 Otros derivan este epíteto de αίξ (‘cabra’) y οχή, tomándolo como una alusión a la leyenda de Zeus mamando del pecho de Amaltea. Como Meiliquios (‘amable’, ‘melifluo’ o ‘meloso’) subsumió un arcaico daimon ctónico apaciguado en Atenas. Como Tallaios (‘solar’) fue adorado en Creta. Como Zeus Cronión, amontonador de nubarrones. Como Zeus Kásios, honrado en el Monte Kasio en Siria, con una fiesta anual. Se lo adoraba en Pelusio, en Seleucia Pieria, en la isla de Delos y en la de Corcira. Derivado del dios semítico Baal Safón (lanzador del rayo). En su origen ugarítico era considerado un dios de la navegación. Como Zeus Labrandos fue adorado en Caria. Su sede sagrada fue Labraunda y era representado sujetando un hacha de doble filo (labrys). Está relacionado con el dios hurrita del cielo y la tormenta, Teshub. Como Zeus Eleuterio (Ἐλευθέριος o Ἐλευθερεύς), recibe este nombre cuando se alude a su condición de «libertador» o «portador de la libertad». Los griegos antiguos siempre han dado un gran valor a la libertad y por ello asociaban este atributo a Zeus, el cual era también asociado a Eros y Dioniso en algunas zonas del Ática. En honor a esta versión del dios se realizaba una fiesta en varias ciudades griegas llamada Eleuterias. Además de los títulos y conceptos panhelénicos enumerados anteriormente, los cultos locales mantuvieron sus propias ideas idiosincrásicas sobre el rey de los dioses y los hombres. A continuación se enumeran algunas de ellas: Con el epíteto Etneo fue adorado en el Etna, donde hubo una estatua suya y se celebraba en su honor una fiesta local llamada Etnea. Como Eneio o Enosio fue adorado en la isla de Cefalonia, donde tuvo un templo en el monte Enos. Como Agamenón fue adorado en Esparta. Eustacio cree que el dios derivó este nombre del parecido entre él y Agamenón, mientras otros creen que es un simple epíteto que significa ‘el eterno’, de ἀγὰν y μένων. Crono fue padre de varios hijos con Rea: Hestia, Deméter, Hera, Hades y Poseidón, pero se los tragó tan pronto como nacieron, ya que Gea y Urano le habían revelado que estaba destinado a ser derrocado por su propio hijo, tal como él había destronado a su padre. Pero cuando Zeus estaba a punto de nacer, Rea pidió consejo a Gea para urdir un plan que lo salvara, y así Crono tuviera el justo castigo a sus actos contra Urano y contra sus propios hijos. Rea se escondió en la isla de Creta, donde dio a luz a Zeus. Luego engañó a Crono, dándole una piedra envuelta en pañales que éste tragó en seguida sin desconfiar. Rea escondió a Zeus en una cueva del monte Ida en Creta. Según diversas versiones de esta historia, Zeus fue criado: Por Gea.
Por una cabra llamada Amaltea, mientras una compañía de Curetes o Coribantes (soldados o dioses menores) bailaba, gritaba y daba palmadas para hacer ruido y que Crono no oyese los llantos del niño. (Véase cornucopia.) Por una ninfa llamada Adamantea. Puesto que Crono gobernaba la tierra, los cielos y el mar, ella lo escondió colgándolo con una cuerda de un árbol, de forma que quedaba suspendido entre la tierra, el mar y el cielo, siendo pues invisible a su padre. Por una ninfa llamada Cinosura. En agradecimiento, Zeus la subió entre las estrellas tras su muerte. Por la ninfa Melisa o por la Melisa que era hija de Meliseo, rey de Creta. Melisa alimentó a Zeus con miel y leche de cabra. Por una familia de pastores a cambio de la promesa de que sus ovejas estarían a salvo de los lobos. Tras hacerse adulto, Zeus obligó a Crono a regurgitar primero la piedra (que se la dejó a Pitón bajo las cañadas del Parnaso como señal a los hombres mortales, el Ónfalos) y después a sus hermanos en orden inverso al que los había tragado. En algunas versiones, Metis le dio a Crono un emético para obligarlo a vomitar los bebés, y en otras Zeus abrió el estómago de Crono. Entonces Zeus liberó a los hermanos de Crono, los Hecatónquiros y los Cíclopes, de su mazmorra en el Tártaro y mató a su guardiana, Campe. Como muestra de agradecimiento, los Cíclopes le dieron el
trueno, el rayo o el relámpago, que habían sido previamente escondidos por Gea. En una guerra llamada la Titanomaquia, Zeus y sus hermanos y hermanas junto con los Hecatónquiros y Cíclopes, derrocaron a Crono y a los otros Titanes, que fueron encerrados en el Tártaro, un lugar húmedo, lúgubre, frío y neblinoso en lo más profundo de la Tierra y allí quedaron custodiados por los Hecatónquiros. Atlas, uno de los titanes que luchó contra Zeus, fue castigado a sostener la bóveda celeste. Tras la batalla con los Titanes, Zeus se repartió el mundo con sus hermanos mayores, Poseidón y Hades, echándoselo a suertes: Zeus consiguió el cielo y el aire, Poseidón las aguas y Hades el mundo de los muertos (el inframundo). La antigua tierra, Gea, no podía ser reclamada y quedó bajo el dominio de los tres según sus capacidades, lo que explica por qué Poseidón era el dios de los terremotos y Hades reclamaba a los humanos que morían. Gea estaba resentida por cómo Zeus había tratado a los Titanes, porque eran sus hijos. Poco después de subir al trono como rey de los dioses, Zeus tuvo que luchar con otros hijos de Gea, los monstruos Tifón y Equidna. Zeus derrotó a Tifón atrapándolo bajo una montaña, pero dejó a Equidna y a sus hijos con vida como desafío para futuros héroes.

lunes, 24 de septiembre de 2012

Atón

Atón era una deidad solar del Antiguo Egipto que representaba al disco solar en el firmamento. Se le consideraba el espíritu que alentaba la vida en la Tierra, en la mitología egipcia. En los primeros tiempos se representó como un hombre con cabeza de halcón, después como disco solar del cual surgían rayos con manos extendidas hacia los creyentes, o sujetando signos de la vida: Anj. En la antigüedad era disco solar del cielo, la fuerza vital que animaba todo lo que había en la Tierra. En época de Amarna, Atón era un dios de bondad infinita, el que vivificaba la Justicia y el Orden cósmico, Maat, favoreciendo a todos los hombres por igual. El soberano era su enviado, y su profeta en la tierra, el único digno de inmortalidad. Fue identificado con Tot, en su forma nocturna, llamándole "Atón de Plata". En los nueve primeros años del periodo amarniense, Atón es identificado con Ra-Horajti y Shu como símbolo de luz, siendo "Ra, Soberano de Ajti, activo en Ajet". Ra pudo ser la esencia del Disco Solar, a la que se fusionará el rey, que es llamado Ua-en-Ra, "Uno en Ra". Su culto data del Imperio Antiguo. Tutmosis IV y Amenhotep III le habían rendido veneración, convirtiéndose en culto monoteísta, o henoteísta, durante la reforma religiosa del faraón Amenhotep IV "Amón está satisfecho", quien cambió su nombre por el de Akenatón "Resplandor de Atón" o "Útil a Atón", en el siglo XIV a. C. Su principal templo estaba en la ciudad Ajetatón "El Horizonte de Atón", en la actual Amarna. El Himno a Atón, grabado en un muro de la tumba de Ay, y escrito por Ajenatón, es uno de las más bellos exponentes literarios de la cultura egipcia. Gran parte del clero, al perder sus privilegios, se opuso al culto preferente a Atón y los egipcios siguieron venerando a sus antiguos dioses. Tras la muerte del Akenatón se volvió paulatinamente a la situación anterior y, posteriormente, se abandonó Ajetatón (Amarna) y a la ascensión de la Dinastía XIX se pretendió borrar todo vestigio de la aventura teocrática de Amarna.

Thot

Dyehuthi en egipcio (Ḏḥwty), Tot en griego (Θωθ), es el dios de la sabiduría, la escritura, la música, los conjuros, hechizos mágicos y símbolo de la Luna en la mitología egipcia. También se puede ver escrito como Thot, Toth o Thoth. Hombre con cabeza de ibis, una pluma y la tablilla de escriba celestial para anotar los pensamientos, palabras y actos de los hombres y pesarlos en su balanza. También fue representado como babuino. Thot está considerado dios de la sabiduría y tenía autoridad sobre todos los dioses. También fue el inventor de la escritura, patrón de los escribas, de las artes y las ciencias. Como dios de la escritura, era el inventor de todas las palabras, del lenguaje articulado. Era un dios lunar medidor del tiempo, y el que estableció el primer calendario y por eso el primer mes llevaba su nombre. Creó los cinco días Heru Renpet (epagómenos), quitándolos de la luminosidad de Jonsu, que simbolizaba la Luna. Estos nuevos días permitieron a Nut parir cuatro hijos, pues Ra le había impedido tenerlos en el transcurso del año; estos fueron los dioses: Osiris, Seth, Isis y Neftis. Thot desempeña el oficio de escribano sagrado, ya que documenta los hechos en la sala de las Dos Verdades. Es el registrador y el juez. En el panteón egipcio asistía al pesaje de las «almas» en una balanza, el juicio de Osiris. También fue considerado el arquitecto que conocía los trazados y trayectorias de todas las cosas, el señor de los inventores y de la sabiduría. Estaba relacionado con la música como inventor de la lira. Su nombre "El de Dyehut", refería al XV nomo del Bajo Egipto. Recibió el epíteto de "Regulador de las crecidas de las aguas", el de "Toro de las estrellas" por representar los poderes mentales de Ra; también fue llamado "Atón de plata" en el periodo Tardío, el sol de la noche. Como "Señor del Tiempo" se encargaba de anotar en las hojas de una persea, con la ayuda de Seshat, los años de reinado de cada faraón. Era un dios creador en Hermópolis Magna, donde regía la "Casa de la Vida" y se creía que había codificado las ceremonias que transforman a los muertos en espíritus, y que sólo sus sacerdotes podían tener acceso a este conocimiento "hermético", de ahí que se le denomine Hermes, el tres veces grandioso y de él hayan emanado las leyes herméticas. Su nombre, Dyehuty, lo llevaron varios faraones de la dinastía XVIII denominados Dyehuthi-mes «engendrado por Dyehuty», posteriormente, también denominados Tutmosis, la forma helenizada de su nombre.



sábado, 22 de septiembre de 2012

Anubis

Anubis era el "Señor de la necrópolis", la ciudad de los muertos, que situaban siempre en la ribera occidental del Nilo. Era el encargado de guiar al espíritu de los muertos al "otro mundo", la Duat, dentro de las creencias egipcias. Nombre,Anubis también era conocido como el dios "zorro del desierto"(chackal)o un sandflame Su nombre egipcio era Anpu (destructor de la vida)' (Inpu, Ienpu, imaut o Imeut). Anubis es su nombre helenizado. Los escritores griegos lo asociaban con Hermes. Los romanos le rendían culto y lo tenían dentro de sus deidades bajo el nombre de Hermanubis Anubis era representado como un hombre con cabeza de cánido, o como un perro egipcio (o chacal) negro, por el color de la putrefacción de los cuerpos, y de la tierra fértil, símbolo de resurrección. Ocasionalmente, aparece como un cánido que acompaña a Isis. La asociación con el chacal se debe, probablemente, a su hábito de desenterrar las tumbas para alimentarse. Anubis era el antiguo dios de la Duat. Anubis estaba relacionado no sólo con la muerte, también con la resurrección después de ella, y era pintado en color negro, color que representa la fertilidad. Cuando Osiris subió al poder en el mundo de los muertos, la Duat, Anubis tomó un papel secundario, limitándose a embalsamar los cuerpos de los faraones, guiarlos a la necrópolis y cuidarla con su vida. Los sacerdotes de Anubis usaban unas máscaras rituales con su figura en la ceremonia de embalsamamiento del faraón. También Anubis era el encargado de vigilar, junto a Horus, la balanza en la que se pesaban los corazones de los difuntos durante el Juicio de Osiris. Los primeros textos religiosos no le asignan progenitores, aunque en los Textos de las Pirámides su hija es Qebehut, la diosa que purificaba al difunto. En los Textos de los sarcófagos, Bastet o Hesat, eran su madre. En otros textos era hijo de Ihet (diosa de la mitología de Esna); también de Ra y Neftis, de Seth y Neftis, de Sejmet-Isis y Osiris (en Menfis), o de Sopedu.
Plutarco escribió que Anubis era hijo de Osiris y Neftis. Osiris, dejó embarazada a Neftis, la hermana de Isis, en vez de a su esposa. Sucedió por estar borracho, o porque Neftis se disfrazó de Isis, según otros textos. Así, Neftis engendró a Anubis. También Anubis es considerado el hijo ilegítimo de Seth, engendrado por Neftis. Seth decide asesinarlo al enterarse de su nacimiento, pero Neftis entregará el niño a Isis, la hermana y esposa de Osiris, quien lo protege y cría. Cuando Seth mata a Osiris, Anubis ayudará a Isis a resucitar al dios. Por esta razón Anubis era el encargado de embalsamar a los faraones, y guiarlos a la necrópolis. Recibió los epítetos y títulos de: "Señor de las necrópolis", "Señor de los occidentales", "Señor de la Tierra Sagrada", "Señor del País Sagrado", "Señor de Rosetau", "El que está sobre su montaña", "Señor de las cavernas", "El que preside la tienda divina", "El que está en la cámara del embalsamamiento", "Señor de los embalsamadores", "El que está sobre las vendas", "El que cuenta los corazones", "El Señor de Nubia" Tanto en Asiut como en Menfis se le relacionó con Osiris. Varias de sus manifestaciones son Jentyamentiu, Tepydyeduef o Nebtadyeser, además de estar estrechamente relacionado con Horus (Hor-Anubis) y Sokar. Estaba también relacionado con Nemty. Dios originario de Behedet, según Jacques Pirenne, y dios principal de Bata, fue venerado en Inpu (Cinópolis), Naret-ef-jent o Sauty (Licópolis), y Menfis. También en los santuarios de muchas necrópolis.

Ra

Ra "Gran Dios" anónimo, demiurgo,dios del cielo, dios del sol y de el origen de la vida en la mitología egipcia. Ra era el símbolo de la luz solar, dador de vida, así como responsable del ciclo de la muerte y la resurrección. Su representación más habitual era la de un hombre con cabeza de halcón, sobre la cual portaba el disco solar. Otra forma de culto que se dio a esta deidad fue como Ra-Horajty, o sol en el horizonte, simbolizado por un halcón. A principios del Imperio Antiguo, Ra era sólo una de las varias deidades solares existentes, pero hacia 2400 a. C. se había convertido en el dios oficial de los faraones, que se consideraban sus hijos, e incluso sus reencarnaciones. Durante la dinastía V fue elevado a deidad nacional y posteriormente vinculado al dios tebano Amón para convertirse en Amón-Ra, la principal deidad del panteón egipcio. Durante el Imperio Medio su importancia cedió ante el auge del culto a Osiris, si bien en Tebas fue identificado como el dios local Amón bajo la forma de Amón-Ra, venerado como único creador de la vida. La leyenda mitológica más conocida en torno a Ra describe cómo durante el día cruzaba el cielo con su barca solar, mandyet, en tanto que por la noche viajaba en otra barca, Mesketet, a través de la Duat bajo la forma de Sol de poniente, Auf-Ra (carnero). Según los momentos del viaje, encarnaba tres entidades diferentes: al amanecer era Jepri; al mediodía, Horajty y al anochecer, Atum. Tras derrotar a la maléfica serpiente Apofis, la cual intentaba detener el avance de la barca, ascendía de nuevo al firmamento cada mañana
La identidad de Ra se confundió a menudo con la de otros dioses y experimentó diferentes fusiones en un intento de unificar culturalmente al país. Amón-Ra: como los cultos de Amón y Ra eran cada vez más populares en el Alto y el Bajo Egipto, respectivamente, se combinaron para crear a Amón-Ra, el dios solar creador. Amón era un antiguo patrón de Tebas y miembro de la Ogdóada; con Amonet representaba la energía creadora. Atum-Ra, era otra deidad formada a partir de dos deidades diferentes. Ra comparte más similitudes con Atum que con Amón. Atum está más estrechamente vinculado con el Sol, y era también un dios creador de la Enéada. Así, fue inevitable que las dos deidades se fusionaran bajo el nombre de Atum-Ra. Ra-Horajty, fue realmente más un título o manifestación, que un dios compuesto. Se tenía la intención de vincular Horajty a Ra –como un aspecto de Horus al amanecer. Jepri, el dios representado con forma de escarabajo que impulsa al Sol de la mañana, es visto a veces como la manifestación de Ra al amanecer. Jnum también fue considerado una velada manifestación de Ra; Jnum sería un aspecto de Ra en la puesta del Sol. Fue venerado en Heliopolis, y Abu Gurab, donde le erigieron Templos Solares los faraones de la dinastía V: Userkaf "Nejen-Ra", Sahura, Neferirkara, Neferefra, Nyuserra, y Menkauhor. Muchos faraones llevaron su nombre, como Nebra "Ra es el señor", Jafra (Kefrén), Menkaura (Micerino); fue muy utilizado, desde la dinastía V, formando parte de la titulatura de la mayoría de los faraones, como Nombre de Sa-Ra "Hijo de Ra".

viernes, 21 de septiembre de 2012

Apolo

El ideal del kurós (joven imberbe), Apolo ha sido reconocido variadamente como dios de la luz y el sol; la verdad y la profecía; el tiro con arco; la medicina y la curación; la música, la poesía y las artes; y más. Apolo es hijo de Zeus y Leto y hermano mellizo de la cazadora virgen Artemisa. Es conocido como «Apulu» en la mitología etrusca, influida por la griega. Apolo fue adorado en la antigua religión griega y en la romana, así como en el neohelenismo moderno. Como patrón de Delfos (Apolo Pitio) era un dios oracular, la deidad profética del Oráculo de Delfos. La medicina y la curación estaban asociadas con él, ya fuera directamente o por mediación de su hijo Asclepio. También era visto como un dios que podía traer la enfermedad y la plaga mortal, además de tener el poder de curarla. Entre sus cargos custodios Apolo tenía dominio sobre los colonos y era el patrón defensor de rebaños y manadas. Como jefe de las Musas (Apolo Musageta) y director de su coro actuaba como dios patrón de la música y la poesía. Hermes creó la lira para él, y el instrumento se convirtió en un atributo común de Apolo. Los himnos cantados en su honor recibían el nombre de peanes. En la época helenística, especialmente durante el siglo III a. C., pasó como Apollo Helios a ser identificado por los griegos con Helios, dios del sol, y de forma parecida su hermana se equiparó con Selene, diosa de la luna.Sin embargo, en los textos latinos Joseph Fontenrose se declaró incapaz de hallar mezcla alguna de Apolo con Sol entre los poetas augustos del siglo I, ni siquiera en las conjuraciones de Eneas y Latino en la Eneida. Apolo y Helios/Sol permanecieron como seres separados en textos literarios y mitológicos hasta el siglo III.
Los atributos más comunes de Apolo eran el arco y la flecha. Entre sus atributos también se incluían la cítara (una versión avanzada de la lira), el plectro y la espada. Otro emblema común era el trípode sacrificial, representativo de sus poderes proféticos. El laurel se usaba en sacrificios expiatorios y también para elaborar la corona de la victoria en los Juegos Píticos, que se celebraban en su honor cada cuatro años en Delfos. La palmera también le estaba consagrada porque había nacido bajo una de ellas en Delos. Entre los animales que le estaban consagrados se incluían los lobos, los delfines y los corzos, los cisnes y cigarras (simbolizando la música), halcones, cornejas, cuervos y serpientes (en alusión a sus funciones como dios de la profecía), los ratones y los grifos, míticos híbridos de águila y león de origen oriental. Como dios de la colonización, Apolo aconsejaba sobre las colonias, especialmente durante la época de mayor apogeo, del 750 al 550 a. C. Según la tradición griega, ayudó a los colonos cretenses o arcadios a fundar la ciudad de Troya. Sin embargo, esta historia podría reflejar una influencia cultural que tuviese la dirección contraria: textos cuneiformes hititas mencionan un dios de Asia Menor llamado Appaliunas o Apalunas en relación con la ciudad de Wilusa mencionada en inscripciones hititas, que actualmente se suele considerar idéntica a la griega Ilión por la mayoría de investigadores. En esta interpretación, el título Lykegenes puede leerse simplemente como ‘nacido en Licia’, lo que efectivamente corta el supuesto vínculo del dios con los lobos (posiblemente una etimología popular). En el contexto literario Apolo representa la armonía, el orden y la razón, características que contrastaban con las de Dioniso, dios del vino, que representaba el éxtasis y el desorden. El contraste entre los papeles de estos dioses queda reflejado en los adjetivos apolíneo y dionisíaco. Sin embargo, los griegos pensaban en las dos cualidades como complementarias: los dos dioses son hermanos, y cuando Apolo en el invierno se marchaba a la Hiperbórea dejaba el oráculo de Delfos a Dioniso. Este contraste parece ser mostrado en los lados del jarrón Borghese. Apolo es relacionado a menudo con el punto medio, siendo éste el ideal griego de moderación y una virtud opuesta a la gula. Cuando Hera descubrió que Leto estaba embarazada y que Zeus era el padre, prohibió que diera a luz en tierra firme, o el continente, o cualquier isla del mar. En su deambular, Leto encontró la recién creada isla flotante de Delos, que no era el continente ni una isla real, y dio a luz allí. La isla estaba rodeada de cisnes. Después, Zeus aseguró Delos al fondo del océano. Más tarde esta isla fue consagrada a Apolo.
También se afirma que Hera secuestró a Ilitía, la diosa de los partos, para evitar que Leto diese a luz. Los demás dioses engañaron a Hera para que la dejase ir ofreciéndole un collar de ámbar de ocho metros de largo. Los mitógrafos coinciden en que primero nació Artemisa y ésta ayudó a nacer a Apolo, o que Artemisa nació un día antes que Apolo, en la isla de Ortigia, y que ayudó a Leto a cruzar el mar hasta Delos el día siguiente para dar a luz a Apolo. Apolo nació el 7º día (ἡβδομαγενης) de Targelión, según la tradición delia o en el mes de Bisio según la tradición délfica. Los días 7º y 20º, lunas nueva y llena, estuvieron desde entonces consagrados a él. Cuatro días después de su nacimiento, Apolo mató al dragón ctónico Pitón, que vivía en Delfos junto a la fuente de Castalia. Esta fuente era la que emitía los vapores causantes de que el oráculo de Delfos hiciese sus profecías. Hera envió a la serpiente para perseguir y matar a Leto por todo el mundo. Para proteger a su madre, Apolo suplicó a Hefesto un arco y flecha. Tras recibirlos, Apolo arrinconó a Pitón en la cueva sagrada de Delfos. Apolo mató a Pitón pero fue castigado por ello, ya que Pitón era un hijo de Gea. Hera envió entonces al gigante Ticio a matar a Leto. Esta vez Apolo fue ayudado por su hermana Artemisa en la protección de su madre. Durante la batalla Zeus cedió finalmente su ayuda y arrojó a Ticio al Tártaro. Allí fue sujetado al suelo de roca, cubriendo nueve acres, y una pareja de buitres le comían el hígado diariamente. Cuando Zeus abatió al hijo de Apolo, Asclepio, con un rayo por resucitar a Hipólito de entre los muertos (transgrediendo así a Temis al robar súbditos de Hades), Apolo mató en venganza a los Cíclopes, que habían creado el rayo de Zeus. Apolo debía haber sido desterrado al Tártaro para siempre, pero fue en su lugar condenado a un año de trabajo forzado como castigo, gracias a la intercesión de su madre, Leto. Durante este tiempo trabajó como pastor para el rey Admeto de Feres en Tesalia. Admeto trató bien a Apolo por lo que a cambio éste le concedió grandes beneficios. Apolo ayudó a Admeto a ganar a Alcestis, la hija del rey Pelias y más tarde convenció a las Moiras para que permitiesen a Admeto vivir más tiempo del que le correspondía si algún otro ocupaba su lugar. Pero cuando llegó la hora de su muerte, sus padres, que él había asumido que estarían dispuestos a morir gustosamente en su lugar, rehusaron cooperar. En cambio, Alcestis tomó su lugar, pero Heracles consiguió «persuadir» a Tánatos, el dios de la muerte, para que la devolviera al mundo de los vivos.

Isis

Isis es el nombre griego de una diosa de la mitología egipcia. Su nombre egipcio era Ast, que significa trono, representado por el jeroglífico que portaba sobre su cabeza. Fue denominada "Gran maga", "Gran diosa madre", "Reina de los dioses", "Fuerza fecundadora de la naturaleza", "Diosa de la maternidad y del nacimiento". Isis era representada como mujer con el jeroglífico del "trono" Ast sobre su cabeza. Otras veces está sentada, ostentando un tocado con el disco solar, por ser hija de Ra, el dios Solar. Podemos verla igualmente con alas de milano, abriendo sus brazos para bendecir a sus devotos e hijos, simbolizando su maternidad; con forma de diosa árbol, amamantando al faraón. En su versión antropomorfa, Isis era representada como una mujer que llevaba un ajustado vestido, coronada con el "trono" anteriormente descrito. A comienzos de la dinastía XVIII y en el período tardío, es representada con: Cuernos y un disco solar entre ellos, al modo de la diosa Hathor, por tanto, atributos tomados de esta última diosa. Sistro y menat, símbolos de la diosa Hathor. Anj (ankh) y cetro papiriforme que suele llevar en sus manos. Tocado en forma de buitre, atributo de las diosas celestes. Antes de ser mostrada con este tocado de buitre, portaba una corona en forma de trono real. Tyet (nudo de Isis), un símbolo de protección y fertilidad. En la cosmogonía heliopolitana sus padres eran Geb y Nut. Era más prominente mitológicamente como la esposa y hermana de Osiris y la madre de Horus y fue venerada como la esposa y la madre arquetípica. Plutarco escribió un relato narrando su historia: Osiris, hermano y esposo de Isis, reinaba en el antiguo Egipto con paz, armonía y sabiduría. El Nilo fertilizaba la tierra y las cosechas eran abundantes. Sus súbditos eran felices. Un día, Osiris salió de viaje para conocer otras civilizaciones y dejó el reino bajo el mando de su esposa Isis. Seth, su envidioso hermano, se sintió humillado pues creía que él debería gobernar y no Isis.
Cuando el dios Osiris volvió, Seth quiso hacer una gran fiesta de bienvenida y lanzó un desafío a los invitados: aquél que entrase en el cofre que Seth había traído, éste se lo regalaba como prueba de fidelidad y respeto. Muchos intentaron pero el cofre resultaba pequeño o grande. Osiris, curioso, quiso probar y le encajó perfectamente bien. Seth sabía el tamaño del hermano y era por esto que el cofre le había servido como un guante. Inmediatamente el hermano, junto con 72 cómplices, cerraron la caja de metal herméticamente y la arrojaron al Nilo. Isis, con amor y confianza, empezó su travesía para recuperar el cuerpo de su esposo. Después de largas y penosas caminatas por Egipto, la diosa encontró el cofre con los restos de Osiris. Pero el drama continuó cuando Seth, en su maldad sin fin, robó el cadáver y lo cortó en catorce pedazos que, nuevamente, esparció por todo el reino. Isis no se rindió y, en compañía de su hermana Neftis, la esposa de Seth, recorrió cada lugar del reino. Finalmente consiguieron encontrar todos los pedazos con excepción del pene. Sin embargo, Isis reconstruyó a Osiris ayudada por Anubis y Neftis, e impregnada de él concibió a Horus niño "Harpócrates", quien posteriormente vengaría a su padre luchando contra Seth. Algunos de los epítetos que recibió la diosa son: "Gran maga", "Gran diosa madre", "Reina de los dioses", "Fuerza fecundadora de la naturaleza", "Diosa de la maternidad y del nacimiento", "La Gran Señora", "Diosa madre", "Señora del Cielo, de la Tierra y del Inframundo" (en File), "Isis en todas sus manifestaciones", "Señora de Raanefer", "La reina de Mesen", "Señora de Hebet", "Señora de Abaton", "Señora de los países del sur", "Señora de las pirámides" en Guiza, "la divina, la única, la más grande de entre los dioses y diosas, la reina de todos los dioses", "el Ojo de Ra, la corona de Ra-Heru, Sept", "Señora del Año Nuevo", etc.
Su origen es incierto, pero se estima que provino del delta del Nilo. Las primeras menciones de Isis datan de la dinastía V de Egipto en la cual se encuentran las primeras inscripciones literarias, pero su culto se hizo prominente más tarde en la historia egipcia, cuando se empezaron a absorber y sincretizar los cultos de otras diosas. Con el tiempo se expandió fuera de Egipto, en el Oriente Próximo y el Imperio romano, con la construcción de templos lejanos dedicados a ella, como en las Islas Británicas. Hasta el siglo VI se pudieron encontrar rastros de su adoración en la Europa cristiana. Poca información ha sobrevido sobre los rituales egipcios de Isis. Sin embargo, es claro que fueron tanto iniciados sacerdotes como sacerdotisas, los que oficiaron los rituales de su culto a lo largo del tiempo. En la época greco-romana, muchos de ellos eran curanderos, y se decía que muchos otros tenían poderes especiales, incluyendo la interpretación de los sueños y la capacidad de controlar el tiempo atmosférico, mediante el trenzado del cabello o por no peinarse. Se pensaba esto último, porque los egipcios consideraban que los nudos tenían poderes mágicos. El templo más importante dedicado a Isis y su último lugar de culto, estaba en la isla de File. Construido en varias fases desde c. 380 a. C. al 100, fue ordenado finalmente su cierre por el emperador Justiniano I en el 550. En Dendera era expuesta anualmente en un quiosco del templo de Hathor, a los rayos del Sol, para regenerarse. Otro templo de Isis importante se encontraba en Behbeit el-Hagar. En Guiza fue venerada como "Señora de las pirámides". Fuera de Egipto, su culto se propagó por todos los pueblos del Mediterráneo, resistiendo la expansión del cristianismo durante el Imperio romano hasta que fue prohibido en tiempos de Justiniano I, en el año 535. Se encuentran templos en otras partes de África, como en Libia, Túnez y Sudán; en el Oriente Medio, Jordania, Turquía y Líbano y en Europa, Grecia (Templo de Isis en Delos) , Italia (Templo de Isis en Pompeya), Francia, Alemania (Santuario de Isis y de Mater Magna en Maguncia) y España (Templo de Isis en Baelo Claudia).

jueves, 20 de septiembre de 2012

Nammu

Nammu es la diosa sumeria que identifica al "abismo de las aguas" en el océano primigenio. Nammu fue la primera deidad y origen del todo. Diosa del nacimiento, su lugar de culto se centró en la ciudad de Ur. En muchos textos es identificada como consorte de An y madre de Enki, y con la capacidad de producir agua. Alternativamente figura como progenitora de la tierra Ki, y del cielo An. También se menciona que engendró a otros dioses, y que moldeó arcilla recolectada por unas criaturas llamadas sig-en-sig-du, y la trajo a la vida creando así, junto a Ninmah y a Enki, la raza humana.

jueves, 13 de septiembre de 2012

Osiris


Osiris es el dios egipcio de la resurrección, símbolo de la fertilidad y regeneración del Nilo; es el dios de la vegetación y la agricultura; también preside el tribunal del juicio de los difuntos en la mitología egipcia.
Su nombre egipcio es Asir o Usir. En castellano suele nombrársele con la forma helenizada Osiris (del griego Όσιρις).
A Osiris se le representa casi siempre momificado, con la piel verde o negra, una corona Atef, el cayado (heka) y el látigo (mayal o nebeh) o el cetro uas. El pilar dyed era su objeto sagrado. Aunque raramente, también se le representó con forma cocodrilo, toro negro, garza, can o de gran pez.
Osiris, como dios agrario, tiene la piel de color verde pues simboliza el color de la vegetación y la regeneración. El negro está asociado a la tierra negra y fértil que en cada inundación del Nilo aportaba nueva vida al campo. Hay una fuerte conexión simbólica entre el negro y la tierra fértil de Egipto: Kemet.
Era el jefe de la tríada Osiriaca, formada por Osiris, Isis (su mujer) y Horus (su hijo). El mito de Osiris introduce en la religión las nuevas ideas del bien y del mal. En el mito inicial, Osiris (el bien), es asesinado por su hermano Seth (el mal), quien lo arroja al Nilo, en donde lo encontrará Isis que con su amor le devuelve la vida. Con esa resurección se establece el triunfo del bien sobre el mal.
Osiris fue un héroe cultural, rey mítico, fundador de la nación egipcia, que enseñó a los hombres la civilización, las leyes, la agricultura y cómo adorar a los dioses. Muere como hombre pero resucita como inmortal gracias a Thot. Es el responsable de juzgar a los muertos en la Duat, donde está acompañado por 42 dioses-jueces (uno por cada nomo) que dictaminarán lo que acaecerá al difunto.

Fuentes que se hacen eco de este mito son: Tratado de Isis y Osiris de Plutarco, textos de Diodoro de Sicilia, y los Textos de las Pirámides:
Osiris es hijo de Geb y Nut, fruto de una intriga amorosa. Cuando Ra se entera de la infidelidad de su esposa, decreta la imposibilidad de parirlo en ningún mes del año. Thot, otro amante de Nut, jugando una partida con la Luna (Jonsu), consiguió ganarle una 72ª parte de cada día del año, con la que compuso cinco días que añadió al año egipcio de 360 días. Es el origen mítico de los cinco días epagómenos, considerados fuera del año, y exentos de la maldición de Ra. Por eso, Osiris nace el primer día de ellos.
En los días epagómenos, nacieron en orden de días:
Osiris, fue considerado un día desafortunado.
Horus "El Viejo", fue considerado un día afortunado o desafortunado.
Seth, fue considerado un día desafortunado. Nació rasgando el costado de su madre.
Isis, fue considerado un día afortunado.
Neftis, fue considerado un día desafortunado.
Mediante una trampa artera, su hermano Seth lo asesinó, cortando su cuerpo en catorce pedazos que esparció por todo Egipto. Su esposa y hermana Isis recuperó amorosamente todos los miembros, excepto el viril, que se había comido el pez oxirrinco. Con la ayuda de su hijo adoptivo, Anubis lo embalsamó y, posteriormente, Isis con su poderosa magia logró insuflar nueva vida al cadáver momificado de Osiris, quedando embarazada de él. Engendraron así a su único hijo, Horus, quien vengó la muerte de su padre, desterrando a Seth al desierto y recuperando el trono de Egipto, mientras que Osiris permanecería como rey de los muertos, en los fértiles campos de Aaru.
En los textos funerarios, como el Libro de los Muertos, el faraón difunto se identifica con Osiris, rey de los muertos, del mismo modo que en vida lo había hecho con su hijo Horus.
En el Reino Nuevo, en los textos funerarios se funde con Ra; así Osiris es el sol difunto y, en

Heracleópolis Magna, se le denomina Osiris Naref. Otro nombre por el que se le conoce es Unnefer ("el que pone de manifiesto el bien"). "Príncipe de los dioses de la Duat" como dios de la muerte y del Más Allá, aunque, en un principio era un dios agrario que fue adoptando rasgos de otros dioses; genio de los cereales, espíritu de la vegetación y ante todo dios de la resurrección; los Textos de los Sarcófagos del Reino Medio lo identifican con el grano y con el trigo, símbolo de la semilla que muere para renacer más tarde en forma de espiga.
Entre las creencias del Antiguo Egipto destaca el mito de la inmortalidad humana. Durante el Imperio Antiguo se creía que sólo el faraón, al morir, se convertían en un dios, alcanzando la inmortalidad en la Duat con todas sus prerrogativas. Durante el Primer Periodo Intermedio estas creencias también se extienden a los altos funcionarios que al morir se convertían en un Osiris, gozando de la inmortalidad en la Duat con todos sus derechos. Sólo en el último periodo, el resto de los mortales se harían merecedores de alcanzar una vida inmortal en el Más Allá, siempre que pudieran cumplir unos rituales muy precisos.
Los egipcios vieron en la resurrección de Osiris la promesa de una vida eterna. Creían que todos los hombres vivirían eternamente, en el Aaru, si se realizaban ceremonias funerarias similares a las efectuadas con Osiris, muerto y resucitado. Así desde el Imperio Medio era costumbre, en los textos funerarios, nombrar al difunto con el apelativo de "Osiris".
En Abidos se celebraban los "Misterios de Osiris", una de las más importantes festividades durante el Imperio Medio; consistían en rememorar la muerte, entierro y resurrección de Osiris, con la consiguiente promesa de vida eterna para los asistentes y sus difuntos. Constaba de cinco partes:
la procesión, encabezada por Upuaut, que culminaba en un combate contra los enemigos de Osiris, como simbolismo de la expulsión de las fuerzas del caos;
la procesión funeraria de Osiris, como Jenty amentiu, por la necrópolis de Abidos;
el viaje en barca del dios hasta Poker, donde estaba su mitológica tumba (la que fue del faraón Dyer);
la noche de vigilia del difunto Osiris, con su posterior regeneración, transfiguración en espíritu y coronación (la parte más desconocida y secreta de los misterios);
el retorno gozoso de la imagen del dios a su templo de Abidos, entre la alegría general.
Según la tradición, en los catorce lugares donde Seth enterró cada parte del cuerpo de Osiris, los egipcios erigieron un templo:

En Abidos estaría su cabeza, y era Osiris-Jenti-Amentiu, el "Señor de los Occidentales"; se le erigió un gran santuario de peregrinación para los egipcios. Era venerado como símbolo de la vida eterna.
En Busiris estaría la columna vertebral (asociada al pilar Dyed), y era dios principal de esta ciudad, de donde procedía la divinidad.
En Letópolis estaría el hombro izquierdo, o el cuello, siendo Horus su guardián.
En Atribis estaría su corazón.
En Menfis también declaraban que estaba su cabeza.
Dios muy popular, originario de Busiris, fue venerado principalmente en Abidos (Osireion), Bubastis y Mendes. También fue venerado en las islas de Biga y de File, donde había una tumba del dios; en Canopus era representado en forma de vasija con cabeza humana.
Estudiosos en mitología comparada tienen fuertes razones para pensar que gran parte del Jesucristo mítico fue el resultado de la adaptación de elementos osiriacos en la formación de su personaje. En el mito de Osiris existen varios elementos que posiblemente hayan sido tomados por los creadores del cristianismo. Por ejemplo: Osiris después de morir asesinado por su malvado hermano Seth, es resucitado por la diosa Isis en "tres días", luego "asciende a los cielos" y es el dios que "juzga a los muertos" en la Duat, como se dice de Jesucristo.
Autores y académicos bíblicos como Llogari Pujol, Timothy Freke, Bojana Mojsov y Robert Beckford opinan que la fiesta de Abydos para la conmemoración de la resurrección de Osiris, coincide con las fechas de la Semana Santa, también ven alguna conexión en la teofagia osiriaca y la Eucaristía, cuando sus devotos se comían a Osiris en forma de pan y tomaban el vino representando a su sangre. Pujol muestra el su libro "Jesucristo 3000 años antes de Cristo" las múltiples conexiones entre Jesucristo y el culto egipcio a Serapis, el Osiris helenizado. Sobre el mismo tema, el egiptólogo Ariel Villazón incluso ve similitudes fisonómicas entre las estatuas de Serapis y la imagen tradicional de Jesús (hombre barbado de cabello largo).
El mito de Osiris es el mito más elaborado e influyente en la mitología del Antiguo Egipto. Trata sobre el asesinato del dios Osiris, un rey de Egipto primitivo, y sus consecuencias. El asesino de Osiris, su hermano Seth, usurpó su trono, mientras que la esposa de Osiris, Isis,

recuperó el cuerpo de su esposo y concibió póstumamente un hijo con él. El resto de la historia se centra en Horus, el producto de la unión de Isis y Osiris, quien primero era un niño vulnerable protegido por su madre y después se convierte en el rival de Seth al trono. Su, a menudo, violento conflicto termina con el triunfo de Horus, que restablece el orden en Egipto después del injusto reinado de Seth y completa el proceso de resurrección de Osiris. El mito es esencial a las concepciones egipcias de reino y sucesión, conflicto entre el orden y el desorden y, especialmente, la muerte y el más allá. También expresa el carácter fundamental de cada una de las cuatro deidades y su centro, y muchos elementos de su culto en la religión del Antiguo Egipto derivaron del mito.
El mito de Osiris tomó su forma esencial en torno o antes del siglo XXV a. C. La mayor parte de sus elementos se originaron en ideas religiosas, pero el conflicto entre Horus y Seth puede haber sido parcialmente inspirado en una lucha regional en la historia temprana o prehistoria de Egipto. Se ha intentado discernir la naturaleza exacta de los eventos que habrían dado origen a la historia, pero no se han conseguido conclusiones definitivas.
Partes del mito aparecen en una amplia variedad de textos egipcios, desde textos funerarios y conjuros mágicos hasta cuentos. La historia es, por tanto, más detallada y cohesiva que cualquier otro mito del Antiguo Egipto; sin embargo, ninguna fuente egipcia brinda un relato completo del mito y las fuentes varían mucho en su versión de los eventos. Escritos griegos y romanos, particularmente, De Iside et Osiride de Plutarco, proporcionan bastante información, pero no siempre reflejan fielmente las creencias egipcias. Por medio de estos escritos, el mito de Osiris persistió, mientras se perdía el conocimiento de la mayoría de las creencias egipcias antiguas, y aun hoy en día es bien conocido.
EL JUICIO DE OSIRIS
El juicio de Osiris es el acontecimiento más importante y trascendental para el difunto, dentro del conjunto de creencias de la mitología egipcia. En la Duat, el espíritu del fallecido era guiado por el dios Anubis ante el tribunal de Osiris. Anubis extraía mágicamente el Ib (el corazón, que representa la conciencia y moralidad) y lo depositaba sobre uno de los dos platillos de una balanza. El Ib era contrapesado con la pluma de Maat (símbolo de la Verdad y la Justicia Universal), situada en el otro platillo. Mientras, un jurado compuesto por dioses le formulaba preguntas acerca de su conducta pasada, y dependiendo de sus respuestas el corazón disminuía o aumentaba de peso. Dyehuty, actuando como escriba, anotaba los resultados y los entregaba a Osiris. Al final del juicio, Osiris dictaba sentencia: Si esta era afirmativa su Ka (la fuerza vital) y su Ba (la fuerza anímica) podían ir a encontrarse con la momia, conformar el Aj (el "ser benéfico") y vivir eternamente en el Aaru (El Paraíso en la mitología egipcia). Pero si el veredicto era negativo, su Ib era arrojado a Ammit, la devoradora de los muertos (un ser con cabeza de cocodrilo,piernas de hipopótamo y melena, torso y brazos de león ), que acababa con él. Esto se denominaba la segunda muerte y suponía para el difunto el final de su condición de inmortal; aquella persona dejaba de existir para la historia de Egipto. El término "justificado" o "con justa voz" designa la condición del difunto que pasa con éxito la prueba del juicio ante el tribunal de Osiris. Esta escena llamada por los traductores griegos "psicostasis" o "pesaje del alma" constituye el capítulo 125 del Libro de los Muertos, más exactamente llamado "libro para salir al día" del egipcio r n prt m xru. El difunto tenía que cumplir varios requisitos para que este veredicto fuera favorable: sólo lo merecía aquél que podía presentar una conducta intachable. Las oraciones del Libro de los Muertos, además de servir para mostrar a los dioses un relato de vida sin faltas, eran una propuesta de comportamiento moral: “No he cometido iniquidad respecto de los hombres; no he matado a ninguno de mis parientes; no he mentido en lugar de decir la verdad; no tengo conciencia de ninguna traición; no he hecho mal alguno; a nadie he causado sufrimiento; no he sustraído las ofrendas a los dioses...”

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Karukasaibe

Karukasaibe era un dios que luego de residir un tiempo en la Tierra se molestó con los humanos, al punto, que emigró hacia otras regiones del cielo. Existe un libro donde se establece una relación entre el fenómeno ovni y la historia llamada “Extraterrestres y Dioses del Amazonas”, escrito por el profesor Antonio Ferreiro, personaje dedicado al estudio del folclor ancestral en torno a deidades.